Desde niño supe que en las artes marciales estaba el deseo de mi alma.
Practicándolas desde hace 36 años entendí que las ventajas y beneficios que se obtienen son muy importantes.
Las artes marciales mostraron que con inteligencia fría y emoción cálida se logra una variedad infinita de recursos y la capacidad de reaccionar ante cualquier situación.
Si fueron bien enseñadas y comprendidas les dará un estado mental sosegado y tranquilo gracias a lo aprendido.
Creo que los verdaderos artistas marciales son aquellos que con capacidad física, emotiva e intelectual se llenan de lo entendido.
Sólo transitando este largo y bello camino comprendieron cómo llenar su espíritu.
El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.